EL ácido hialurónico es uno de los componentes fundamentales de la piel ya que le proporciona resistencia y mantenimiento de la forma. Con el paso de los años, la concentración de ácido hialurónico en los tejidos cutáneos tiende a reducirse progresivamente, causando imperfecciones como las arrugas y el relajamiento cutáneo. Se convierte pues en indispensable asegurar a la epidermis una constante nutrición y aporte de hidratación también del exterior. 

El tratamiento aplicado sobre la cara, cuello y escote restablece la correcta hidratación deteniendo de un modo fisiológico el proceso de evaporación del agua de los tejidos cutáneos. La acción filmógena ejercida por el ácido hialurónico permite nutrir e hidratar la epidermis en profundidad hasta las células del tejido espinoso con una acción prolongada de 6-8 horas.

El tratamiento a base de ácido hialurónico provoca la producción fisiológica del colágeno, devolviendo de este modo a la piel la elasticidad y la firmeza, con la consecuente reducción visible de las micro-arrugas cutáneas.